Una nueva etapa laboral

Cambiar de trabajo siempre es un reto, cambiar de aires es siempre complicado y también en ocasiones es necesario. Cambiar de trabajo supone un cambio radical de nuestras vidas y es así como lo percibimos. Una carrera no solo depende de lo que estudies sino que también está supeditada a la estabilidad laboral y a la experiencia que se puede demostrar. Por eso una muy buena idea es la de no estancarse en un puesto, querer ir a mas siempre es bueno, los cambios son buenos, crecer laboralmente e algo positivo para todos.

Cuando llegué a mi nuevo puesto de director ejecutivo lo primero que hice fue una reunión a modo de presentación, valga que la educación deba de ir siempre por delante. Las oficinas de la multinacional son espectaculares, con todo en las últimas tecnologías y un montón de maquinaria que ocupa grandes habitaciones. Lo que eché en falta fueron unas cuantas trituradoras papel. En una oficina de esa magnitud, el desecho de papel debe de ser impresionante pero no había maquinas destructoras de papel así que ese fue uno de mis primeros cometidos en la empresa, colocar una buena destructora de papel en cada planta, a menos una para cada tres despachos, no se puede estar con montones y montones de documentos apilados para el reciclaje y no saber ni donde colocarlo, lo mejor es pasarlo por la boca de una buena destructora y problema resuelto, con los papees restantes en una caja de pequeñas dimensiones se ha acabado el problema de la acumulación de documentos.

Un cambio de trabajo es algo positivo casi en todos los aspectos, un cambio de aires, un cambio de personas, un cambio de ciudad e incluso de país. Todos lo que conlleva un cambio da un poco de miedo pero es lo ideal para prosperar, para poder conseguir mas, para poder ascender en el puesto de trabajo y poder demostrar de los que se es capaz, un cambio de aires siempre viene bien.

Muchos se lo piensan por que tienen  familia, otros porque se asustan de no saber que va a pasar, pero ese es uno de los atractivos de los cambios, el interrogante que se forma cuando decides irte, ¿saldrá bien? ¿Cómo lo haré? ¿Seré capaz? Para contestar todas esas preguntas solo hay que hacer una cosa, una muy sencilla. Atreverse a cambiar de trabajo y de vida.